Entre el sol, la cal y la arena


Los enfrentamientos a todo nivel que han marcado el escenario político de Maldonado parecen reflejarse en la diversidad de opiniones que los ciudadanos de este departamento tienen de su administración comunal.

El boleto barato, los pozos en las calles y las soluciones a los problemas de vivienda son algunos de los temas que aportan o restan puntos a la imagen municipal, según la peripecia particular de cada vecino. La transparencia administrativa y las tensiones internas del gobierno comunal –dos temas permanentes en el escenario político– también están presentes en la preocupación popular.
Brecha entrevistó a varios ciudadanos de diferentes edades y condiciones sociales para conocer su opinión sobre la gestión del gobierno encabezado por el frenteamplista Óscar de los Santos.
Gerardo Beyhaut (39) es propietario de una pequeña librería en el centro de Maldonado. Si cada cliente que pasa media hora en su local comprara un libro, sería millonario. Por allí desfilan continuamente los personajes más diversos, y uruguayos al fin, la política suele ser tema preferido de las tertulias. A pesar de ser un hombre de izquierda, la visión de Beyhaut sobre la gestión de esta administración es, sencillamente, mala. “En lo positivo, hay algunos cambios en cultura. Y un logro importante es que en dos años y medio el boleto del ómnibus de San Carlos a Punta del Este no ha subido, a pesar del aumento de la nafta y todo lo demás. Pero en el conjunto, la gestión me parece mala, y tengo serias sospechas de corrupción. Hay casos por lo menos turbios que merecemos que sean aclarados. Satenil y las casetas de guardavidas son dos problemones.”
También es crítico con la situación de la interna del FA, de la cual responsabiliza a De los Santos. “Creo que la culpa es siempre del que manda. Desde tu puesto de poder, aunque sea muy duro lo que hay enfrente, tenés que negociar. Es tu obligación.” Beyhaut advirtió además que todo el mundo se queja del estado de las calles. “Acá la gente ha sido engordada a cemento y plantitas y jardines. Y como jerarca, aunque no sea lo que más te guste, tenés que atender el bacheo, la limpieza, el mantenimiento de los espacios verdes… El centro de Maldonado, en cuanto a la limpieza, es un desastre. Y la remodelación de la plaza, a dos años y medio de asumir, todavía no se terminó. En un pueblo del Interior, la plaza es el nervio de la muela”, aseguró.
Una visión diametralmente opuesta tiene Mauricio Trobo (48), músico, productor y dueño de un estudio de grabación. Aunque reconoce problemas (“hay áreas flojas: el descontrol y la inseguridad del tránsito, y los pozos de las calles”), está básicamente satisfecho. “Yo creo todavía en este gobierno. Orientó mucho mejor el gasto en la parte cultural, que es lo que me interesa más. Hay mucha más actividad, hay fondos concursables, hay una cantidad de otras cosas a las que se está prestando atención.” Trobo asegura que es la primera vez que no ve acomodos en la administración comunal. “La campaña de denuncias de irregularidades que hacen los blancos no está basada en cosas serias, o por lo menos no del tamaño de las que veía habitualmente.”

ABRIR LAS OREJAS. Luis Sader (68), dueño de una tradicional inmobiliaria de Punta del Este, es una de las voces más respetadas del balneario. El empresario no quiso hacer juicios categóricos sobre la gestión general del gobierno, de la que dijo conocer sólo una parte, pero señaló a Brecha su inquietud por la inexperiencia de la administración. “Le está tocando decidir cosas de importancia, y este departamento necesita gobiernos que tengan mucha experiencia internacional. Ojo que no sé si algún partido la tiene. Que no se interprete bien cómo funciona este departamento es un problema de todas las administraciones. Si Punta del Este es el balneario de más categoría de Sudamérica, tanto el gobierno nacional como el departamental deberían actuar en consecuencia. Yo sé que es imposible evitar en Maldonado los problemas de desocupación y de exclusión que tiene el resto del país, pero debería hacerse un esfuerzo por minimizarlos en Punta del Este para que no afecten el turismo. El turismo es frágil. El venir o no venir depende de muchos factores”, recordó Sader.
El empresario, por otro lado, observó con alarma las discrepancias dentro del FA y con los demás partidos. “El turismo debiera ser una política de Estado. No se ha sabido limar las asperezas. La política no debería incidir tanto en algunas estrategias de gobierno que deben ser comunes. Y muchas veces se toman como críticas aportes que están bien fundados. No todo el mundo está contra esta administración. El gobierno a veces cree saber todo, y no es así. Si bien la responsabilidad es del gobierno departamental, el intercambio de ideas es fundamental”, aseveró.
A pocos quilómetros de allí, en pleno barrio Kennedy, Andrés Sosa (un veterano habitante del asentamiento) dice que este gobierno ha proyectado mucho pero concretado poco. “Acá en el barrio estamos esperando por viviendas que dicen que van a salir. Pero igual, si no hay trabajo ni nada, ¿de qué va a vivir la gente? Yo, por ejemplo, vivo de esto (y señala una tabla sobre dos caballetes donde se amontonan todo tipo de objetos). Entonces es bravísima la cosa.”

DOS DE CAL. Marciano Durán (52) es un rara avis dentro de la intelectualidad local. El éxito de su segundo libro, El Código Blanes, con diez mil ejemplares vendidos, no le ha hecho abandonar su trabajo como portero de un edificio de Punta del Este. Identificado con el FA desde siempre –ha sido el locutor de los actos de la coalición en Maldonado desde las elecciones de 1984–, aseguró que no se siente decepcionado. Pero su aparente optimismo deja paso casi inmediatamente a unas cuantas dudas. “Quizás debió haberse realizado más, pero no se arrancó de cero, sino de un déficit importante en dólares. Sí creo que hay problemas de comunicación, que las buenas cosas que se han hecho no se comunican como se debe, y las que no se han hecho son las que marcan la agenda diaria de Maldonado. Y a diferencia del gobierno nacional, que se planteó cuatro o cinco objetivos y líneas muy claras que se han ido cumpliendo, aquí faltan lineamientos que hagan que la gente pueda entender lo que hace esta administración.”
Durán, por lo demás, está convencido de que se está en un punto de inflexión: “En los próximos dos años y medio se van a revertir notoriamente los problemas, porque será la época de las concreciones”.
Humberto Batista (47), obrero de la construcción, es hombre de pocas palabras, pero optimistas: “Se están haciendo las cosas. Las calles, que era lo que estaba peor, las están arreglando. Yo estoy conforme. Yo vivo en el Kennedy, y nos van a dar viviendas en otro lado. En cuanto me la den, me mudo. Ah, sí, yo estoy muy conforme”.

RECUADRO 1

“Un claro proyecto de cambio”

El sociólogo Agustín Canzani, contratado por la Intendencia para elaborar un plan de comunicación e imagen pública, explicó a Brecha que el gobierno de Maldonado tiene un proyecto de cambio muy claro con respecto a las administraciones anteriores. “Ese proyecto tiene entre sus componentes más importantes la recuperación para la comuna de ciertos aspectos de la gestión municipal que estaban tercerizados o privatizados, por un lado, y por otro la apertura de áreas nuevas de gestión a las cuales se les da un valor relevante, fundamentalmente en el área social. Eso supone un desafío grande, porque además se trata de un departamento que quedó dividido políticamente. Ése es el desafío que tiene la Intendencia: mostrar capacidad de gestión, el discurso político que está detrás de esa gestión, y por supuesto la necesidad de hacer visibles para la población cosas que de repente no lo son, o por lo menos no tanto, como el pavimento o la iluminación”, sostuvo.

RECUADRO 2

“Una gran incapacidad”

Carlos Peláez (56), hoy a cargo de la conducción de la fm comunitaria Radio Magoya, es reconocido como un periodista crítico a diestra y siniestra. ¿La gestión de la Intendencia? “Muy mala. Nadie esperaba que se resolvieran los problemas de un día para el otro porque el caos que dejaron los blancos es inmenso. Pero creo que hay una gran incapacidad, y que es de la izquierda en su conjunto”, aseguró el periodista. “Si mañana ocurriera que De los Santos le dice a Darío Pérez ‘renunciaron todos, poné gente tuya’, Pérez tampoco tendría a nadie. Es un problema de la izquierda que se refleja en todos los ámbitos, y sobre todo en la gestión.”
Con todo, Peláez hace la salvedad de que no todo es malo. “Lo que rescato del gobierno es que su gestión no se puede tachar de corrupta. A pesar de las denuncias de los blancos, en general, salvo algún caso puntual sobre el que tengo dudas, no hay una actitud de aprovechamiento personal, no se arman empresas para beneficio de amigos o correligionarios.” El caso puntual al cual se refiere es Satenil, y ahí sí que tiene las peores sospechas. “No tengo más remedio que pensar que debe haber gente del sector del intendente involucrada. No lo he podido demostrar, pero estoy seguro de que está protegiendo a alguien, que hubo un favor de campaña que se está pagando. Pero los blancos no tienen autoridad moral para señalar nada. Lo mejor que podrían hacer en Maldonado es callarse la boca, porque son responsables de los actos de corrupción y latrocinio más atroces que se conocen en este departamento. Y los que no fueron responsables directos fueron cómplices, y ahora hablan como si no hubieran estado en este departamento”, señaló en una directa alusión al diputado blanco Federico Casaretto.