Antía y Phillip Morris, un solo corazón


Lo reveló The Wall Street Journal.  La consultora Arthur D. Little International realizó un estudio para la gigante tabacalera Philip Morris, con la intención de demostrar que el consumo de tabaco en la República Checa puede tener “efectos positivos” para las finanzas públicas, gracias a la recaudación de impuestos, pero también “gracias a los ahorros realizados en materia de cuidados médicos a causa de una mortalidad prematura”.

El informe analiza y calcula los costes de fabricación y comercialización del tabaco en el país, así como la inversión pública en pacientes de enfermedades relacionadas con el tabaquismo y el monto de los impuestos que las muertes prematuras impiden cobrar. Mete todo en un paquete y saca en conclusión que, gracias a esas muertes debidas al tabaquismo, el estado checo se ahorra  unos 30 millones de dólares anuales.  Por si no está del todo claro, en buen romance esta compañía está señalando todo el dinero que ahorra una nación gracias a las personas que mueren por consumir su producto, el cigarrillo.

Cuando leí esto, quedé simplemente de boca abierta: apabullado y avergonzado. Toda la sociedad, los médicos de todo el mundo y hasta las Naciones Unidas deberían darles a estas compañías un disculpa pública. Quienes criticaban a las tabacaleras por negar durante décadas las evidencias aplastantes del efecto nocivo que el cigarrillo provoca en la salud, en realidad no sabían que éstas trabajaban con una loable intención: equilibrar las balanzas nacionales y así reducir el déficit fiscal en todos los países, ya que como Jorge Batlle y Alberto Bensión lo han dicho tantas veces y tan claramente, es la única manera de llevar bienestar, seguridad y felicidad a la gente. Hay que reconocer que el diputado Washington Abdala, tan injustamente vilipendiado, tiene razón: la gente es estúpida y no razona.

Y para ser totalmente justos no hay que irse muy lejos para ver lo injusta que una sociedad puede ser: en realidad, hay un montón de medidas que la actual administración comunal, la del Ingeniero Antía ha tomado –o dejado de tomar- que han sido inmerecidamente criticadas por los ciudadanos.

Hagamos una rápida lista de algunas:

  • Cuando la intendencia regala a troche y moche excepciones para levantar torres por toda la costa, arruinando el paisaje y deteriorando el entorno natural (que es de las pocas cosas que tenemos para ofrecer al turista), lo hacen porque en el futuro el nivel de los océanos va a subir –eso lo sabe hasta el que asó la manteca-  y quieren mantener por lo menos algunos pisos por arriba del agua para poder cobrar la contribución inmobiliaria.
  • El que la intendencia se niegue a aportar dinero a la Orquesta Sinfónica Infantil de Maldonado se debe a que existe el riesgo de que en el futuro algún detractor de los que nunca faltan en la prensa haga una crítica negativa de algún concierto, generando desánimo entre nuestros infantes. O que muchos de estos niños compitan en el futuro entre ellos en concursos ante la Ossodre o inclusive en sinfónicas del exterior, generando situaciones tensas y desagradables entre buenos amigos.  He aquí la verdadera razón. Por eso Antía se negó a recibir a los padres durante un año entero: era por su buen corazón. (Si tenemos en cuenta, además, que lo que necesitaría toda la orquesta mensualmente para trabajar en condiciones ideales –ocho profesores, traslados, instrumentos, cuerdas, transportes, seminarios, etc- es igual  al salario mensual de uno solo de los doce directores generales de la intendencia, nos daremos cuenta de lo injusto que es. Al fin y al cabo, cada director se ocupa de miles de ciudadanos, y la orquesta solo tiene noventa o cien niños. Pero eso es otro tema)
  • Cuando la intendencia emplea a las esposas, ex esposas, hijos, hijastros primos, sobrinos y demás parientes de los jerarcas municipales y dirigentes blancos, es porque ellos ven a la intendencia como una gran familia y quieren mantenerla unida. ¿Que futuro nos espera si no defendemos la familia?
  • Cuando la intendencia recorta las ayudas alimenticias a la población infantil más carenciada, lo hace para evitar que se hagan los vivos y se acostumbren a la buena vida sin trabajar. Que aprendan que la leche hay que ganársela con el sudor de la frente. Ya lo agradecerán en el día de mañana (los que sobrevivan)

En fin, la lista podría seguir. Invitamos a los lectores a aportar sus propias observaciones, para reivindicar la labor que hace la actual administración. Ya lo debíamos haber sospechado, con el slogan de su campaña electoral: “Antía Intendente, el futuro asegurado para todo Maldonado”. La intendencia no descansa trabajando por nuestro futuro mientras la gente pide irresponsablemente soluciones para el día de hoy. Así el departamento nunca va a mejorar.