Comparando gestiones municipales (respuesta a E. Antía)


“Lo que van a debatir no son las palabras sino los hechos. Un político puede hablar muy bien, pero lo que la gente termina valorizando es lo que se hace”. Enrique Antía en Gente FM.

El candidato Enrique Antía tiene razón. Viene repitiendo hace tiempo que lo mejor es comparar qué ha hecho su gobierno y qué ha hecho el actual. Y en definitiva no hay nada mejor, más cristalino y didáctico para la ciudadanía que comparar gestiones. Y como el precandidato blanco dedicó parte de su intervención en la entrevista que Alexis Cadimar le realizara el jueves 28 de mayo en Gente FM a hablar de la gestión de comunicaciones, creo que es mi deber, como Director de Comunicaciones y Prensa de esta administración, recoger el guante. Comparemos. Con hechos concretos; sin generalidades ni ambigüedades, con datos precisos y comprobables.

El gasto en publicidad

Comencemos con la afirmación de Antía de que lo que ellos contrataban con la prensa era “…cinco, seis, siete u ocho veces inferior a lo que contrató este gobierno. Si nosotros hubiéramos gastado la plata que gastó este gobierno hubiera habido un incendio en Maldonado!”. Y agrega: “nosotros gastábamos unos 150 mil dólares por año, póngale 200 mil. Son 600 mil en los cinco años”. Antes que nada, el ingeniero tiene que repasar matemática. 150 por 5 años son 750 mil, y 200 por cinco un millón.

En realidad, como lo saben todos los medios de prensa, este gobierno gasta mucho pero mucho menos que el anterior en publicidad. Y le paso al ingeniero –y a la ciudadanía- los datos concretos. Nadie puede dudar de ellos: están en la Intendencia, en el Tribunal de Cuentas, en la Junta Departamental. Son públicos. Hablemos en pesos constantes, expresados a valores 2009, para que el efecto inflacionario no distorsione la comparación. Comencemos dejando los años 2000 y 2005 de lado, ya que son años bisagra en que seis meses son de una administración y seis meses de otra, y contamos solamente con cifras anuales. En el año 2001, el primero en su totalidad de la administración Antía, el gobierno blanco gastó $ 15.966.491,72 contra $ 7.670.481,46 que gastó la actual administración en 2006, a su vez el primer año del gobierno frenteamplista. Si señores: el doble. En el año siguiente, el 2002, el de la crisis, cuando se le redujo el sueldo en forma ilegal a los trabajadores municipales, la administración anterior gastó $ 6.821.028,61 en publicidad. Es el único año en que en la comparación, es inferior al gasto que hizo la actual administración, ya que en el 2007 se gastaron $ 7.842.691,72. Pero fue solo un descanso para tomar impulso, ya que en el año 2003 el gobierno de Antía (o mejor dicho los pobres ciudadanos de Maldonado) gastaron en publicidad $ 11.798.148,29 contra $ 7.309.962,01 que gastó esta Intendencia en el año equivalente, 2008. La comparación no puede proseguir porque estamos a la mitad del 2009, pero vale la pena conocer lo que gastó el gobierno de Antía el resto de su período. En el 2004, año de elecciones internas y nacionales, gastó la friolera de $ 20.231.731.87. Y tenemos lo que gastó el gobierno de Antía en los primeros seis meses del año 2005 (año de elecciones municipales): la suma, en pesos constantes, de $ 11.869.372,57. Hagamos un paréntesis porque las cifras en millones de pesos a veces marean un poco. ¿Cuánto gastó la anterior administración en publicidad en dólares? Si tomamos la mitad del año 2000, su primer semestre, para completar el quinquenio, alrededor de  1.900.000 dólares. Y recuérdese que el dólar estaba alto y llegó a valer 30 pesos.

En suma, la administración anterior gastó un promedio de 14,8 millones de pesos anuales contra 7,6 millones que gasta el actual. Casi el doble. Y no está de más recordar que ese abultadísimo gasto de dinero se hizo a costa de aumentar el déficit, en un gobierno que tenía todos los números en rojo. ¡Qué diferencia con la actual administración!

En definitiva, la aseveración de Antía de que casi no había publicidad, es más falsa que una moneda de tres pesos. Senador, la gente no es tan tonta, y efectivamente recuerda. La campaña del “mundo aparte” llegó a tener la desfachatez de utilizar la propia imagen del Intendente. Uno iba al cine, se acomodaba en la oscuridad esperando a Angelina Jolie (otras a Brad Pitt) y aparecía la cara de Antía mientras se entrevista a gente que alababa todo lo que hacía la intendencia. ¡Se pueden imaginar el escándalo si utilizáramos la imagen de Óscar de los Santos en los avisos publicitarios y los pasáramos en el cine! Es que es verdad: Maldonado era un mundo aparte. Hoy es parte del Uruguay democrático y progresista.

Condicionando la prensa

Segundo tema. “No está mal que el municipio contrate espacios en los medios para divulgar sus obras, pero no condicionarla, en eso me parece que este gobierno se ha pasado de rosca también” señala Antía en un pasaje del reportaje. Para ilustrar lo que entiende Antía por “no condicionar”, es bueno recordar el escándalo que explotó en Maldonado cuando se conoció en el año 2004 cómo la Intendencia que él encabezaba distribuía el dinero en publicidad radial. Un pedido de informes reveló que el municipio pagaba 50 mil pesos mensuales a Global FM, mientras por ejemplo RBC y Brava recibían 20 mil pesos, y radio San Carlos 30 mil. ¿La Intendencia tenía mediciones de audiencia que indicaban que Global FM era más escuchada que todas esas radios? Por el contrario, en ese momento esa emisora estaba en el fondo de la tabla, muy por debajo de las nombradas. Sin embargo sí había tenido una buena audiencia hasta hacía muy poco, cuando contaba con un programa matinal conducido por el periodista Carlos Peláez. Pero entonces no recibía un solo peso. Según estudios de aquellos años, estaba por lo menos entre las tres o cuatro más escuchadas de Maldonado, pero la Intendencia no se daba por enterada. Durísimo crítico de la Intendencia, Peláez logró mantenerse en el aire dos años sin propaganda municipal, hasta que en enero de 2004 la radio fue vendida. Los nuevos dueños levantaron el programa y con él perdieron su audiencia. Y de la noche a la mañana pasaron a ser la radio que recibía más dinero de la Intendencia. ¿Como se explica esta sinrazón? Muy sencillo: un dirigente blanco pasó a conducir la emisora. Es el concepto antiista de “no condicionar la prensa”.

El gobierno de izquierda puede enorgullecerse de decir que terminó la política del palo y la zanahoria con los medios. Ya lo tuve que aclarar unos meses atrás, cuando hice públicas las cifras que mostraban que los medios de radio y prensa escrita que encabezan la lista en la distribución del gasto en publicidad, no eran precisamente los oficialistas. Podremos estar en desacuerdo, y discutir sobre los criterios utilizados. Pero tenemos criterios claros, públicos, que podemos defender públicamente. Están despojados del amiguismo antidemocrático que fue la política oficial durante muchos años.

 

Respeto por el cuarto poder

Lo reseñado anteriormente tiene que ver con políticas desde la institución. Pero también vale la pena observar cual es la actitud personal de Antía ante la prensa. Dice en la entrevista: “La prensa tiene que ser libre y nosotros tenemos que respetarla y no la vamos a condicionar nunca. Veamos que dicen los periodistas: “Me despertó el celular a las ocho de la mañana, a fines de marzo de 2.000. ‘Habla Enrique Antía’ se presentó el entonces candidato a la Intendencia de Maldonado. Sin preámbulos, manifestó su malestar por una nota que yo, designada dos semanas antes como corresponsal de El País en este departamento, había enviado a Montevideo sobre las acusaciones de corrupción que le lanzaban los otros candidatos en la campaña electoral. ‘Espero que este tipo de artículos no se repita, porque tengo varios amigos en el diario y voy a tener que hablar con ellos’, amenazó. Mala señal. Claro indicio de cómo serían los siguientes años de relación con el intendente.” Así comenzaba un artículo de la periodista Mónica Robaina publicada el 13 de mayo de 2005 en el semanario Siete Días de Maldonado que yo dirigía. La nota proseguía contando los dos años de presiones que sufrió por parte del intendente Antía y el chantaje permanente de todo tipo a que fue expuesta. Era una historia que no podía tener final feliz: el intendente blanco logró que la periodista quedara sin trabajo. Lo de Robaina no fue la excepción. El periodista Néstor Ortiz fue despedido de una radio después de una discusión con Antía. Fue también Antía, Intendente de Maldonado, quien llamó desencajado a un alto directivo de Canal 7 a Montevideo pidiendo la cabeza del periodista Eduardo Peña cuando éste, simplemente cumpliendo con su trabajo, cubrió un accidente mortal ocasionado por una mala señalización vial en Piriápolis. Y los métodos de presión no eran precisamente sutiles. Al ahorcamiento económico de medios críticos se sumaba otro tipo de procedimientos. Todos conocen la historia del jerarca municipal que aseguraba tener un dossier con detalles de la vida privada de los periodistas, y amenazaba con su utilización. ¿Parece mentira? Sucedió hace tan solo cinco, seis o siete años, y todos los protagonistas siguen aquí. Sólo hay que preguntarles a los principales periodistas de aquellos años, que son los mismos de hoy. Tiene razón, Antía. ¡Claro que los periodistas recuerdan muy bien lo que pasó bajo su gobierno!

Una concepción diferente

Dejemos las tonterías sobre eso de que los noticieros del 11 y del 7 están comprados por el municipio, y que los blancos no aparecen en ellos. La estrategia de protestar a ver si así consigue más minutos de televisión en horario central tiene un problema colateral: se choca con el hecho de que hay decenas de miles de personas que miran el noticiero todos los días. ¿Usted cree que sólo por decir esa afirmación tan absurda la gente va a ignorar lo que ven sus ojos diariamente? Lo que hizo fue insultar a los canales, a los periodistas y a los televidentes al tomarlos por tontos.

Hay muchas cosas más para decir, pero no alcanza el espacio. En definitiva, los dos gobiernos han tenido actitudes muy diferentes en el tema prensa y comunicaciones. No es que tengamos una situación idílica con la prensa. Por supuesto que hay diferencias, y yo mismo he llamado más de una vez a algún periodista o al director de un medio a quejarme o a solicitar una aclaración. Pero hay dos cosas que hay que tener en cuenta. Primero, que cuando llamo lo único que reclamo siempre, es que en el tema en cuestión se cumplan las mínimas normas básicas y éticas del periodismo. Segundo, que jamás ¡jamás! amenazamos ni procedimos con el ahorcamiento económico. Reivindico el derecho a quejarme y protestar, pero como Director de Comunicaciones respeto el derecho a discrepar, y por lo tanto a que quienes lo hacen no sufran represalias del poder.

Intentamos hacer una administración técnica y respetuosa porque comprendemos que manejamos un área de gran sensibilidad democrática. Pero vamos a entendernos. Si desde Comunicaciones y Prensa se demuestra hoy que en Maldonado se puede desarrollar, más allá de problemas y defectos como tiene cualquier oficina, una política de respeto a la prensa y se puede hacer una distribución de la publicidad con criterios técnicos y democráticos, es porque esas son las muy claras directivas que vienen desde arriba. Así como el responsable final de lo que se hizo en el período anterior es el ingeniero Enrique Antía, el responsable de la politica de comunicaciones que hoy se aplica es el Intendente Óscar de los Santos.