Una banca con muchos dolores de cabeza


Luego de agrias disputas que dejaron temporalmente a la Cámara de Representantes con 89 diputados, la banca colorada correspondiente al departamento de Maldonado, vacía desde el 17 de marzo, volvió nuevamente a tener dueño. El forista Ernesto Rodríguez Altés renunció a la vicepresidencia de Pluna y asumirá el lugar que dejara hace ya más de un mes Alejo Fernández Chávez (FB-PC), al ocupar éste la subsecretaría del Ministerio del Interior.

La situación había agregado un nuevo conflicto a la profunda crisis que viven los colorados de Maldonado. Con los tres principales dirigentes foristas enfrentados entre sí, sin candidatos de peso a la Intendencia y con un déficit de militancia y movilización muy importante, el Partido Colorado parece haberse resignado a ese tercer puesto que muestran las encuestas. Durante la mayor parte de su historia y hasta la llegada del nacionalista Domingo Burgueño en 1989, Maldonado fue un fuerte bastión colorado.

La banca en torno a la cual se suscitó el nuevo problema fue producto de un compromiso en 1999 entre los dos principales sectores foristas de Maldonado, que responden al ex intendente y ministro Benito Stern y al senador Wilson Sanabria. Dado que a partir de la reforma constitucional las listas a diputados no acumulan, Sanguinetti los obligó a llegar a un acuerdo ante el riesgo de que la banca colorada maldonadense se la llevara la lista 15.

Pero el primer suplente en la lista, Ernesto Rodríguez Altés, a causa de un pedido del propio Sanguinetti, no renunció a su cargo en Pluna, mientras decenas de directores de todos los entes abandonaban sus puestos antes que se cumpliera el plazo fijado por la constitución para quienes se presenten a cargos electivos. El sorpresivo pase de Fernández Chávez al Ministerio del Interior tres meses después planteó una nueva situación, pero Rodríguez Altés no mostraba ninguna intención de ocupar una banca en estos últimos meses de legislatura, durante los cuales el parlamento es una tribuna para candidatos, algo que él ya no puede ser. Definir entonces si el cargo era ocupado por el segundo suplente, del sector de Sanabria, o si se compartía los meses que quedan con el tercer suplente del sector de Benito Stern, resultó un dilema imposible de resolver. Ante esa situación, Rodríguez Altés no tuvo más remedio que renunciar a Pluna y asumir la banca.

A esta altura, lo que hay entre los colorados es desconcierto. Benito Stern, el dirigente más votado del Partido Colorado desde hace dos décadas, anunció a fines del año pasado que esta vez presentará su candidatura a la cámara de diputados y no a la Intendencia. Esta decisión le generó un distanciamiento con Alejo Fernández Chávez, quien ya contaba con su reelección a la cámara.

Dado que Wilson Sanabria ya anunció que tampoco será candidato a la Intendencia, en Maldonado la fuerza principal del Partido Colorado, el Foro Batllista, tiene a sus tres principales dirigentes enfrentados y ningún precandidato de peso a la Intendencia. No está de más recordar que el Partido Colorado salió tercero en las últimas elecciones municipales con apenas un 26% de los votos. La estrategia de apoyo que este partido dio a la administración nacionalista de Antía durante los años siguientes no le dio buenos resultados: tuvo como consecuencia la polarización de la opinión pública entre los blancos y la izquierda  y la agudización de un declive que amenaza convertirse en permanente.

Publicado el 23 de abril de 2004 en Brecha Nº 0960