Punta del Este en enero: entre los cambios del mercado y los balances en el aire


Cada año, ya al finalizar enero, comienzan a llegar los datos sobre la marcha de la temporada turística en Punta del Este y toda la zona balnearia. Empiezan también las polémicas entre quienes tienen visiones diferentes sobre los resultados. Es inevitable que esto ocurra, ya que no se dispone de instrumentos técnicos que analicen en cada momento los datos disponibles para hacer un balance que se eleve sobre los intereses sectoriales. La discusión queda, entonces, en puras impresiones subjetivas.

El peso de esta industria en la economía del país está exigiendo que el Uruguay de un salto cualitativo en la forma de abordar toda la cuestión turística. La implementación de la Cuenta Satélite de Turismo, herramienta promovida por la Organización Mundial de Turismo resulta imprescindible para diseñar estrategias serias y sustentables. Y visto lo que está ocurriendo en estos días en Punta del Este, habrá que analizar las medidas que la industria turística tendrá que tomar para adaptarse a un mercado como el argentino, al que la crisis sufrida en los últimos dos años ha quebrado en dos sectores cada vez más diferenciados.

DURAS Y MADURAS

Es cierto que para aquellos que trabajan con la parte más exclusiva del mercado puntaesteño, está transcurriendo una excelente temporada. También, para la Intendencia de Maldonado enero ha sido muy bueno porque recaudó un 23% más que en el mismo mes del 2003; para el sector hotelero en general, cuya ocupación ha sido de un 95%; o para los grandes supermercados, cuyos escandalosos remarques de precios, que indignaron al propio Ministro de Turismo, han llevado sus ganancias hasta alturas récord.

Sin embargo cuando entramos a analizar el desempeño de los otros sectores de la economía no está tan claro que este enero sea tan brillante como lo pintaron.

Entre los primeros que no hablan de buena temporada están los trabajadores, a pesar de que hubo un importante aumento de la ocupación con respecto al 2003. Este año se acentuó aún más el proceso de declive de los salarios zafrales que hasta no hace tanto tiempo eran buenos. Es cierto que es un viejo problema local la situación de los trabajadores contratados fuera de planilla, sin derechos sociales de ningún tipo, que siempre consentían esta situación porque la contrapartida económica era muy tentadora. Pero este año, con remuneraciones por el piso, estos sueldos se aceptan porque no hay otra opción y un sueldo bajo siempre es mejor que el desempleo. Walter Venturino, vocero de la Mesa Departamental del PIT-CNT señaló a BRECHA que “si la temporada resulta brillante, como dicen algunos empresarios, será para ellos. Con un promedio de sueldos de 3000 pesos, y horarios fuera de la legalidad, nadie puede decir que será buena para el trabajador”. Las carencias que en materia de organización sindical subsisten en Punta del Este, motivadas en parte por la persecusión patronal, pero que tiene también otras causas más profundas, no ayudan a solucionar este tema.

Esto es especialmente preocupante porque una de las características más valoradas del turismo como actividad económica es su capacidad de distribuir las ganacias entre amplios sectores de la sociedad. Si se continúa por este camino, será imposible superar la crisis social que vive ya hace años el departamento de Maldonado. No es sostenible un desarrollo turístico que combine cifras exitosas de altos niveles de actividad con los asentamientos, los fenómenos de marginación, la inseguridad y la desnutrición infantil.

 

SE ALQUILA

Más optimistas fueron los inmobiliarios, cuya voz siempre tiene peso porque es un sector clave en la actividad turística departamental. Dado que la oferta de camas del balneario descansa en altísima proporción en casas y apartamentos, si a ellos les va mal, le va mal a todo el mundo. Para el empresario Alberto Prandi, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este, ADIPE, “se superaron las expectativas que el sector tenía en materia de alquileres. Nosotros sabíamos que podía ser una buena temporada y se trabajó para que así fuera, en una estrategia de anclaje de precios que era clave en un momento en que la relación de cambios era favorable”. Prandi señaló a BRECHA que fue fundamental la mayor estabilidad en la región “…más allá de que todavía subsisten muchos problemas financieros que han derivado en que parte de la clase media argentina que vacacionaba en Punta del Este, directamente hoy no está en condiciones no ya de venir aquí sino de hacer turismo en su propio país”.  No está de más recordar que los argentinos siguen siendo alrededor del 80% de los turistas que visitan nuestro país.

ADIPE ve como logro fundamental la recuperación de una franja de mercado importante. “Nosotros decimos que este enero nos tiene que conformar a todos, y quien sostenga lo contrario lo está evaluando retrotrayéndose a muchos años atrás. Nos hemos cansado de repetir que esta temporada es buena comparada con las dos últimas. Son éstas las que deben ser tomadas como parámetros. En estos dos años prácticamente se paralizó la actividad, fueron dos veranos penosos en que Punta del Este registró los índices más bajos de ocupación. Hoy a todos nos debe conformar la cantidad de público que hay al cierre de enero. Claro, hay quien discute y dice que ésta no es igual a las temporadas de hace diez años. Pero es que nunca más va a  haber temporadas como aquellas, fueron épocas donde toda la coyuntura de la región y de nuestro propio país era otra”.

Prandi aporta datos interesantes. En los niveles altos  -las propiedades de mayor valor, que son menores en número, no solamente porque hay menor cantidad sino porque además pocas de ellas se alquilan- hubo una ocupación de casi el 95%. La situación es diferente en el nivel medio, donde la ocupación estuvo entre el 60 y el  65%. Para el dirigente de ADIPE esto se debe “por una parte hay una sobreoferta de inmuebles – porque se siguió construyendo por motivos que no responden a una ecuación económica normal sino a otras cuestiones- y hoy no hay un público para que respalde esa oferta”. La segunda razón, indica Prandi radica en que “la clase media argentina es la que sintió en forma más profunda la crisis financiera, que para muchos significó perder el empleo y para otros pasar de ganar en dólares a ganar la tercera parte en pesos. Esas familias tuvieron dificultades para enfrentar otros problemas mucho más acuciantes que sus vacaciones en el exterior”, señala.

Estos datos revelan una de las claves de la temporada. Como un reflejo del terremoto social que vivió la Argentina en los últimos años, en Punta del Este se repite el fenómeno de una minoría muy poderosa que gasta más que nunca, compra en los negocios más exclusivos (que han tenido un enero excelente), come en restaurantes de 150 dólares por cubierto y ocupa las mansiones más lujosas del balneario; y por otro lado una enorme cantidad de castigados integrantes de la clase media que cambiaron la sagrada botella de vino en los restaurantes por el agua mineral, y pusieron a las pastas -el plato más económico de la carta- dentro de los productos más consumidos en el balneario. Es por eso que aunque el sector gastronómico trabajó muy bien, eso no significa que hayan crecido en igual proporción sus ingresos.

Un importante distribuidor de productos alimenticios que reparte su mercadería fundamentalmente a restaurantes, señaló a BRECHA que si bien aumentaron un 30 % sus ventas, disminuyó en forma muy importante la proporción de los productos más caros. Contó muchas anécdotas significativas de sus clientes: desde el bar que dejó de hacer chivitos y ahora se dedica a las hamburguesas y milanesas de carne picada (“con el precio del lomo… ¿a cuanto tenía que cobrarlo?”) hasta el restaurante que en buenas temporadas dejaba 20 espinazos de cerdo por viaje y ahora apenas compra tres.

IMPACTO SOCIAL

Por su parte el diputado por Maldonado Enrique Pérez Morad (EP-FA, Unión Frenteamplista), quien preside la Comisión de Turismo de la cámara baja, señaló a BRECHA que como legislador de izquierda tiene una opinión muy concreta sobre el tema: para calificar la temporada hay que ver cual es su impacto social. “El turismo, por definición es una herramienta para mejorar la calidad de vida. Partiendo desde este punto de vista, tengo que hacer que efectivamente sea generador de fuentes de trabajo y de mejoras de absolutamente todos los índices de calidad de vida. Nosotros, desde la izquierda, tenemos que trabajar para que esa herramienta aumente cuantitativamente pero sin alejarse de lo cualitativo que es el objetivo fundamental. Por eso tenemos que tener en cuenta determinados parámetros antes de decir si la actividad turística ha sido buena. Porque, ¿buena para quienes? Yo quiero que sea equitativamente buena para todos. Si no es así,  no es una buena temporada”.

Una vez aclarado este concepto, Pérez Morad señala que los índices actuales no son malos pero no se pueden echar las campanas al vuelo. “Esta temporada es mejor que la del año pasado y punto”.  Los informes que maneja el diputado hablan de un aumento importante de turistas, más de un 50% comparando con el año anterior. Los datos básicamente fueron recogidos en una sesión abierta de la Comisión de Turismo de Diputados que se realizó el día 14 de enero en el ámbito de la Junta Departamental de Maldonado, al cual asistieron un gran número de organizaciones del ámbito privado y público. Pero algunas de las informaciones aportadas en esa reunión por el sector privado muestran lo difícil que puede ser hacer una evaluación en un país donde las empresas tienen por costumbre esconder sus números al estado para pagar menos impuestos. Un ejemplo muy claro: según afirmó Consorcio del Este en esa reunión, en la primera quincena de enero el peaje creció solamente un 10%, lo que es por lo menos sospechoso ante el aumento de veraneantes superior al 50%. Al diputado le queda la duda “si no hay por parte de esa empresa una subvaloración de lo que sucedió en la realidad”.

Pérez Morad dio otros indicadores: 95% de ocupación para la hotelería en la primera quincena del mes de enero,  y 75% de ocupación reservada para la segunda (aún no se tienen datos). 50 a 60% de aumento de la actividad en el sector gastronómico con respecto a la temporada anterior. Pluna vendió un 36% más de pasajes y aumentó la presencia de vuelos de compañías privadas con aviones de alto valor.

Pero finalmente reconoce que aun con todos esos datos, recién hasta dentro de unos meses no se podrá saber que tal fue la temporada. En el invierno, cuando se vean en Maldonado los índices de ocupación, la inversión, el movimiento comercial minorista, la morosidad en los sectores económicamente más débiles, se podrá decir con claridad si la zafra turística fue buena o no.

HERRAMIENTAS

El problema principal para una evaluación real de la marcha de la temporada, de su resultado para el departamento de Maldonado o su incidencia en la economía del país es que no existen herramientas técnicas sistemáticas de recolección y análisis de los datos que permitan un resultado objetivo. El balance final es diferente según quien lo haga, y su suerte, perseverancia o interés en recopilar los datos que se pueden conseguir.

No es un problema uruguayo; es un problema del turismo en general, que se está solucionando en otros países con la implantación de la llamada Cuenta Satélite Nacional (CST).

La CST es una herramienta de carácter internacional que busca orientar un sistema de estadísticas de turismo que guíe a mediano plazo las estrategias de desarrollo sustentable de la industria. La CST ya se utiliza en los principales países receptores del turismo del mundo. En Argentina comenzó a implementarse el mes pasado y en Brasil se está en vías de ponerla en marcha.

Con esta cuenta se pueden obtener datos sobre el volumen de la contribución del sector en la economía nacional, la posición del turismo en comparación con la de otros sectores económicos, el número de puestos de trabajo creados, las características de los recursos humanos del sector, la cuantificación de la inversión, la recaudación de impuestos generada, el consumo turístico interno, receptivo y emisor y la incidencia del rubro en la Balanza de Pagos.

El Ministro Bordaberry está prometiendo su puesta en marcha desde hace tiempo, y en noviembre pasado, los ministros de Turismo del Mercosur resolvieron impulsar su creación en el bloque regional para lo cual se contará con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo su efectivización en nuestro país aún se ve lejana.

Quizás cuando esté implementada se preste atención a lo que algunas voces vienen diciendo desde hace tiempo: que la importancia del turismo en la economía del país es subvalorada por el sistema político en su conjunto. Al respecto Luis Sader, ex presidente de la Liga de Fomento de Punta del Este señaló a BRECHA que “el turismo no es un negocio del estado ni de los particulares: es de todos y de todo el país, y el ingreso de dinero es muy importante. Cuando salen a decir que está mejorando la economía uruguaya, no dicen que en ese hecho el turismo tiene una importancia fundamental. El turismo es un hecho económico real que el país tiene que tomar en serio le guste o no le guste. Sea cual sea el gobierno que venga no se puede prescindir de esta industria si quiere mantener el Uruguay vigente”.

Publicado el 13 de febrero de 2004 en Brecha Nº 0950