Un pomelo con mal olor en Pan de Azúcar


El periodista local Ricardo Almada dio la voz de alerta: en la ciudad de Pan de Azúcar, miles de botellas de pomelo de la marca Nix, descartadas por defectos en su elaboración, estaban siendo desenterradas del basurero municipal y retiradas por la gente. La empresa fabricante, Milotur S.A., que tiene su planta principal en las cercanías de la ruta 60 al oeste de la ciudad de Pan de Azúcar, había decidido días antes retirar del mercado la parte de ese lote que ya se había distribuido y destruir el resto. Un problema en la presentación del refresco –no se había realizado bien la mezcla entre el cítrico y el agua- fue el motivo de tal medida. Para eso solicitó el permiso correspondiente a la Intendencia de Maldonado y el viernes 9 de enero llevó la mercadería al basurero municipal, ubicado en el km. 113 de la ruta 9. Sin embargo las cosas no se hicieron como es debido: con máquinas aportadas por la Junta Local de Pan de Azúcar se enterraron las fundas de bebidas tal como venían de fábrica, a poca profundidad y sin haberse pinchado todas las botellas, que es el procedimiento correcto. De alguna manera la gente se enteró; y ese fin de semana y los días posteriores, el basurero vio un desfile de carros, bicicletas, autos y camionetas, que desenterraron las bebidas y se las llevaron.

Cuando los medios departamentales comenzaron a difundir la noticia, la empresa se apresuró a asegurar que los defectos en la bebida no la hacían perjudicial para el consumo. Claro que una cosa es cómo salió de fábrica y otra muy diferente su estado luego de dos, tres, cuatro y cinco días de estar enterrada en un basural a merced de la contaminación y de las altas temperaturas del verano.

A medida que pasaron los días, aparecieron contradicciones en los datos de la partida que no ayudaban a aclarar la magnitud del problema. Mientras el matutino El Observador informó en su edición del 14 de enero que se trataba de 180 mil botellas, la dirección de la empresa aseguró a Brecha que el lote no alcanzaba las 50 mil. Sin embargo, fue la propia Gerente de Control de Calidad de Milotur S.A. la que había confirmado días antes, en micrófonos de RBC del Este Radio Piriápolis la información primaria, detallando que eran 4 lotes de 45 mil unidades cada uno. Dado que se trata de botellas de 2 litros y 2 litros y medio, en este último caso estaríamos hablando de una cantidad que superaría los 400 mil litros.

La Intendencia de Maldonado –que tampoco sabe la cantidad que se enterró ni la que se llevó la gente ni hizo análisis del líquido que hoy circula en la ciudad-  multó a la embotelladora con 50 U.R. por no haber realizado ésta los procedimientos correctos de descarte. Por su parte Fernando Míguez, Gerente de Milotur S.A. (empresa que también produce el Agua Mineral Nativa), dijo a Brecha que ellos no tenían la culpa si la Intendencia, a quien solicitaron el permiso, les autorizó a realizar la tarea en Pan de Azúcar en vez de hacerlo en San Carlos, donde sí existe guardia municipal. Míguez no cree que sea mucho lo que se llevó la gente porque asegura que fueron solamente dos camionetas las que llevaron la mercadería de la planta al basurero. Sin embargo otros testigos consultados por Brecha afirmaron que no fueron dos camionetas sino tres camiones. En cuanto al trabajo en sí, Míguez reconoció que “pueden haber quedado algunas botellas sin pinchar”.

<subtitulo> La IMM

Más allá del reparto de responsabilidades, sorprende la escasa importancia que a todo nivel se le está dando a la potencial amenaza a la salud pública que significan esos miles de refrescos retirados del basurero y circulando nuevamente en el circuito de consumo. Brecha consultó al Director General de Higiene Ambiental de la Intendencia de Maldonado, el Dr. Jorge Curbelo, uno de los hombres claves de la actual administración nacionalista y probable candidato a la diputación por el oficialismo. El jerarca señaló que la comuna hizo lo único que se podía hacer, informando a la opinión pública los números de los lotes en cuestión y multando a la empresa. Para Curbelo no hay que exagerar la importancia del caso. “Ya pasaron dos semanas, y no han habido casos de diarrea ni de vómitos que hagan sospechar que puedan ser causados por la bebida” relativizó. Ante la pregunta acerca de los próximos pasos que dará la Intendencia, señaló que no tiene previsto tomar medidas especiales para controlar si se vende. “Se controlará igual a todo lo demás. Se sacan muestras y se verifican números de lotes y fecha de vencimientos como se hace de cualquier otro producto”.

<subtitulo> La multita

Un tema aparte es el de la multa. La Intendencia de Maldonado sancionó a la empresa con 50 U.R.; a la cotización actual ($ 225,11)  hacen un total de 11.255 pesos. Una cantidad absurda si la contrastamos con los valores de la mercadería en cuestión. Si la cantidad de botellas desechadas es la que ahora da la empresa, su valor en el mercado a precio de venta en mostrador es de aproximadamente 1,5 millones de pesos. En este caso la multa significa un 0,75% de esa cantidad. Si en realidad el tamaño de la partida desechada es el que se dio en primer lugar, 180 mil botellas, entonces su valor de venta al público treparía hasta alrededor de los 6 millones de pesos, y la multa sería apenas 0.18% de lo perdido por la empresa por esos cuatro lotes defectuosos.

Cuando Brecha le preguntó a Curbelo si le parecía razonable la sanción impuesta por su repartición a la empresa, contestó que “es lo que estoy autorizado por delegación. En caso contrario tiene que ir hasta el Intendente, que está autorizado hasta 100 UR. Por encima de 100 UR, tiene que ir a la Junta Departamental. Hicimos eso, que era lo que estaba autorizado, a los efectos de que fuera algo rápido y efectivo”. Que tan efectivo será es algo que queda a criterio del lector.

Mientras tanto y en pleno receso de la Junta Departamental, ni la principal fuerza de oposición, el EP-FA ni el resto del sistema político han dado señales de haberse enterado del tema.